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La definición de alimentos ecológicos es muy sencilla. Son aquellos alimentos que se han obtenido, distribuido y comercializado mediante procesos respetuosos con el medio ambiente.
Para distinguir un alimento ecológico de otro que no lo es la clave está en el respeto que se ha mantenido en la producción, distribución y comercialización de este alimento. Es lo que la definición de alimentos ecológicos “procesos respetuosos con el medio ambiente” como, por ejemplo, los métodos agrícolas utilizados en la fase de cultivo, abono, cuidado, recolección y almacenaje de productos de la tierra, los abonos y plaguicidas que se aplican al suelo o a los cultivos o el pienso y resto de alimentos que se ofrecen a los animales de granja o de piscifactoría de los cuales obtendremos carne, pescado, huevos o queso.
También entran dentro este gran cajón de procesos respetuosos con el medio ambiente aquellos medios de transporte que escogemos para hacer llegar el alimento ecológico de la fuente al consumidor final.
En definitiva, el incremento de su consumo está muy vinculado a la preocupación cada vez más presente en la sociedad para conservar el medio ambiente, alimentarse para cuidar la salud y promover el desarrollo rural de manera sostenible.
Veamos algunos detalles sobre cada uno de estos procesos respetuosos que, no olvidemos, son la clave de los alimentos ecológicos.
Recordar i aplicar les pràctiques agràries antigues aprofitant els recursos del segle XXI és la clau per aconseguir aquests aliments ecològics veritables que necessita tant el planeta, com l’ésser humà present i futur.
Un bon exemple de cultiu ecològic és la permacultura, un sistema regeneratiu d’agricultura que té de base l’ecosistema local de cada lloc. També es coneix com a agricultura permanent, basant-se en el disseny i creació d’ecosistemes humans sostenibles.
La idea principal és que el propi hort basat en la permacultura es cuida ell mateix. Plantant estratègicament les diferents espècies aconseguim que es protegeixin entre elles, evitant així l’ús de productes químics per obtenir productes 100% ecològics. A més, els compostos usats en aquest tipus de plantacions solen ser fertilitzants que també són 100% naturals. Tot i així, el concepte de permacultura és molt ampli i té a veure amb valors molt diversos com l’ecologisme, la diversitat i, molt especialment, la sostenibilitat.
Métodos agrícolas
Los métodos agrícolas que se utilizan para producir hortalizas, legumbres, frutas y verduras ecológicas han de respetar el ciclo natural de la naturaleza, es decir, no podemos cultivar naranjas en verano y uva en abril.
Recordar y aplicar las prácticas agrarias antiguas aprovechando los recursos del siglo XXI es la clave para conseguir los verdaderos alimentos ecológicos que necesita tanto el planeta como el ser humano, presente y futuro.
Un buen ejemplo de cultivo ecológico es la permacultura, un sistema regenerativo de agricultura que tiene de base el ecosistema local de cada lugar. También se conoce como agricultura permanente, basándose en el diseño y creación de ecosistemas humanos sostenibles.
La idea principal es que el propio huerto basado en la permacultura se cuida el mismo. Plantando estratégicamente las diferentes especies conseguimos que se protejan entre ellas, evitando así el uso de productos químicos, para obtener productos 100% ecológicos. Además, los compuestos usados en este tipo de plantaciones suelen ser fertilizantes que también son 100% naturales. El concepto de permacultura es muy amplio y tiene que ver con valores muy diversos como el ecologismo, la diversidad y, muy especialmente, la sostenibilidad.
Abonos y plaguicidas
Los productos que se utilizan para enriquecer la tierra de cultivo de los alimentos ecológicos o para evitar plagas y enfermedades tienen que estar libres de componentes químicos. Esto no quiere decir que el agricultor ecológico plante las semillas y espere que la naturaleza haga su trabajo labrando ella sola el cultivo con caracoles, gusanos, mosca blanca, etc. El agricultor ecológico tiene que cuidar de la tierra que alimentará las frutas, hortalizas y verduras que después comercializará con la etiqueta correspondiente. ¿Cómo tiene que hacerlo? De diversas maneras, pero sobre todo substituyendo los productos químicos por productos naturales y, también, utilizando las propias especies vegetales para combatir las plagas naturales.
- Utilizando substancias naturales que eviten les plagas y enriquezcan la tierra. Todos conocemos los famosos compuestos naturales pero también existen plaguicidas naturales i ecológicos que están libres de sustancias químicas como, por ejemplo, té de ortiga o de jengibre, infusión de cebolla…
- Alternando cultivos de especies que se ayuden unes a otras a crecer fuertes y saludables. Por ejemplo, ¿Sabías que el ajo es un gran repelente natural de animalitos y plagas? Si plantas ajo al lado de tus plantes de tomate, fresa o zanahoria protegerás estos deliciosos alimentos del ataque de moscas, babosas o caracoles. Otro buen ejemplo es la menta fresca. Al plantar menta bordeando los cultivos de tu huerto ecológico estarás colocando una barrera natural contra las hormigas y los ratoncillos de campo.
Beneficios principales de apostar por los alimentos ecológicos
Apostar por los alimentos ecológicos tiene múltiples beneficios tanto para el consumidor final como para el planeta. ¿Cuáles son estos beneficios?
Principales beneficios de los alimentos ecológicos PARA EL CONSUMIDOR
- La eliminación de los plaguicidas en el cultivo de verduras, frutas y hortalizas ecológicas reduce la ingesta de organofosforados. Los organofosforados son unos compuestos presentes en muchos insecticidas y plaguicidas que se utilizan en la agricultura extensiva y que según algunos expertos se traduce en un aumento de intoxicaciones y enfermedades del sistema digestivo, respiratorio y nervioso.
- La mayoría de los alimentos ecológicos tienen importantes propiedades antioxidantes.
- Un problema importante que afecta no solamente a nuestros niños y niñas es la creciente resistencia del organismo humano a los antibióticos. Algunas voces señalan que el consumo de carne de animales criados y engordados a base de hormones y antibióticos tiene mucho que ver con esta resistencia a unos fármacos que, no olvidemos, tienen que tomarse con moderación para que sigan siendo útiles. Así pues, consumir alimentos ecológicos nos librará de ingerir estos antibióticos que “presuntamente” ingieren los animales que después nos comemos.
- Otra ventaja de apostar por los alimentos ecológicos es el hecho de reforzar la economía local. Las comunidades agrícolas tradicionales han encontrado en el boom de los productos ecológicos esa fuente de ingresos que tanto echaban de menos.
No todos los beneficios de los alimentos ecológicos se centran en la salud del ser humano, también tienen una repercusión directa en uno de los sentidos más importantes de nuestra especie, el gusto. Y es que, a menudo, se dice que los alimentos ecológicos, las frutas, verduras, hortalizas, huevos, etc., que comemos son mucho más ricos y sabrosos que los productos llenos de conservantes y colorantes que han viajado miles de quilómetros hasta llegar a nuestra despensa. No obstante, dejamos esta observación al gusto individual de cada persona.
Principales beneficios de los alimentos ecológicos PARA EL PLANETA
Según afirman distintas asociaciones como, por ejemplo, OXFAM Intermón, la agricultura industrial es destructiva para el medio ambiente no solamente por la inmensa cantidad de agua y de energía que consume, si no por el uso de productos químicos que aumentan el conocido efecto invernadero.
Apostar por los alimentos ecológicos es apostar por un tipo de agricultura que sume i no que reste, por una agricultura y una ganadería respetuosa con el medio ambiente y que, al menos, no contribuya al cambio climático. Según la ONU, al día se extinguen en nuestro planeta ni más ni menos que 150 especies de animales. ¿La agricultura y la ganadería intensiva tienen alguna cosa que ver con esta extinción continua y masiva? Desde el punto de vista medioambiental parece ser que sí. Esta manera de producir alimentos a gran escala consume demasiados recursos energéticos.
Las formas de producción de alimentos ecológicos reducen la basura que está asfixiando el planeta. La razón es muy sencilla: la agricultura ecológica produce a pequeña escala y, así, es más fácil medir las toneladas de alimentos que realmente pide el consumidor.
No olvidemos, además, la premisa de utilizar materiales ecológicos y sostenibles en el embalaje y almacenaje de estos productos, una medida que busca paliar el exceso de plástico que está rompiendo el delicado ecosistema de nuestro pequeño planeta.
¿Cómo podemos colaborar en la promoción de productos ecológicos respetuosos con medio ambiente?
En F. Roca, participamos permanentemente en iniciativas de promoción de los menús escolares ecológicos y de proximidad.
Somos miembros del “Circuit Curt de Comercialització”, un proyecto impulsado por la “Associació de Menjadors Ecològics” y diferentes empresas gestoras, entre las que estamos nosotros.
Nuestros menús incorporan las recomendaciones del MENÚ 2020, AHORA YA MENÚ 2030. Éste, está en fase de implementación avanzada en dos de las escuelas que gestionamos y, afortunadamente, incorporamos la gestión de una nueva escuela de estas características el próximo curso 2021-2022. Gestionar un comedor de estas características requiere mucha dedicación y esfuerzo, buscando la estrecha colaboración con productores locales como, por ejemplo, “Horta ecològica Pla de Munt”, de Palafolls, “La Fanecada” o “Can Roger”, de Cardedeu.
Lo que pretende este proyecto, nacido el 15 de octubre de 2015, cuando ayuntamientos de todo el mundo, ocho de ellos del estado español (Barcelona, Bilbao, Córdoba, Madrid, Málaga, València, Vilanova de la Cañada y Zaragoza) firmaron el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán 2015-2020, es conseguir que las ciudades desarrollen su propio modelo alimentario y recomienda 37 acciones.
De estas acciones, 4 están directamente relacionadas con el cambio de modelo del comedor escolar y es aquí donde el PROYECTO MENÚ 2020 -2030 quiere incidir. El que pretende este proyecto es crear las estructuras y capacidades necesarias para potenciar un cambio de modelo alimentario centrado en los comedores escolares para garantizar una alimentación saludable, sostenible y justa. No se trata solamente de la confección de un menú escolar ecológico y la formación para llevarlo a cabo. Se trata de un proceso de creación para lograr que este menú llegue a las mesas de las escuelas. Un proceso en el que se tienen que dar cambios en la cadena alimentaria y, concretamente, en los tres eslabones que la componen: producción de alimentos, gestión logística y cocina.
También colaboramos en el “Projecte La Llotja de Productes de Proximitat,” un estudio que mirará la viabilidad de crear Lonjas de productos de proximidad a partir del diagnóstico de la oferta y la demanda de estos productos para simplificar su compraventa entre los productores y gestores de comedores o empresas de restauración colectiva en las cuatro provincias de Cataluña. Las plataformas de productos de proximidad tendrían un precio pactado y justo para los productores. Se crearía un clima de confianza, colaboración, cooperación y comunicación entre el payés y el comprador para mejorar la planificación anual de producción y de los menús saludables y sostenibles.